Ficus benjamina

FICUS BENJAMINA

Muy de moda durante los últimos años, pocas plantas de interior gozan de la popularidad alcanzada por esta versátil especie, apropiada para posiciones de gran luminosidad.

Tamaño

Procede de Malasia, donde en plena naturaleza alcanza los 20 m de altura, aunque cultivado en maceta dista mucho de aproximarse a ese tamaño.

Desarrollo

Está formado por tallos leñosos ramificados, con ramas ligeramente arqueadas.

Hojas

Sus pequeñas hojas tienen silueta ovalada, aunque terminan en una punta alargada; son de color verde intenso.

CUIDADOS

Luz

El emplazamiento ideal será aquel que proporcione la máxima luminosidad sin que el sol llegue a incidir de manera directa. Deberemos ubicarlos donde reciban suficiente luz, pues, sobre todo los de follaje coloreado, perderán las hojas con rapidez si se ven sometidas a penumbra.

Temperatura

Requiere de temperaturas moderadas y evitar a toda costa las corrientes de aire.

Agua

No gustan de excesos en el riego, siendo preferible que el sustrato se seque ligeramente a que se empape demasiado.

Abonado

En la época de crecimiento se abonará cada 15 días con productos de baja concentración, cuidando de no incurrir en excesos que afectarían al equilibrio general de la planta.

Humedad

Para evitar la pérdida de hojas, además de luz abundante, se requiere humedad ambiental alta.

Tierra

Con objeto de que las raíces puedan respirar de forma adecuada, el sustrato utilizado ha de garantizar una aireación y drenaje perfectos.

Poda

En invierno, si lo consideramos necesario, podaremos de modo discrecional para controlar la altura o el excesivo ensanchamiento; esta práctica no plantea mayores inconvenientes.

Propagación

Puede realizarse mediante esquejado en primavera. También admite el acodo aéreo, que es recomendable sobre todo para rejuvenecer ejemplares viejos y estropeados.

CONSEJOS

Acompañantes

Combinan bien con todo tipo de plantas, aunque, cuando alcanzan cierta envergadura, destacan más en solitario.

Variedades

Ciertas variedades cultivadas, como la Golden Crest o la Haway tienen las hojas jaspeadas de colores claros. Son muy decorativas, pero requieren mayores cuidados que la especie original, pues son más delicadas y exigentes en luz.