Euphorbia pulcherrima

FLOR DE PASCUA, POINSETIA

Conocida planta de interior que se cultiva sólo en temporada aprovechando su floración navideña. Si se la cuida con acierto, puede sobrevivir varios años. La gran popularidad alcanzada por esta planta de origen mejicano, se debe al hecho de que nos ofrece una magnífica nota de color en fechas en las que no es fácil encontrar plantas floridas con las que alegrar nuestros hogares. La poinsettia es también un planta arbustiva de exterior en zonas españolas de clima suave, como Levante y Andalucía.

Tamaño

Las variedades cultivadas en interiores son plantas de porte medio-bajo, compactas, bien ramificadas y, durante las primeras fases de su desarrollo, herbáceas. Con el transcurso del tiempo van endureciendo sus tallos, hasta convertirse, cuando alcanzan la edad adulta, en pequeños arbustos semileñosos.

Hojas

Las hojas, de color verde oscuro, tienen los bordes dentados y en algunas variedades están ligeramente recubiertas de pelillos.

Floración

El principal atractivo de esta planta son sus brácteas -hojas coloreadas- con aspecto de pétalos florales-, que adquieren colores rojo brillante en la especie original y tonos marfil, rosa, salmón... en otras variedades o híbridos. En los extremos de los tallos aparecen pequeñas flores de escaso valor decorativo.

CUIDADOS

Luz

Cuando están en flor se deben colocar en un lugar en el que reciban el máximo posible de luz. Para conseguir un colorido uniforme y en las fechas deseadas, se acortan los días durante las doce semanas anteriores al momento en que esperamos la floración. A tal efecto, se deja la planta a oscuras como mínimo por espacio de catorce horas al día.

Temperatura

No toleran ni el calor excesivo ni el frío. Lo ideal es mantenerla entre 16ºC y 22ºC.

Agua

En invierno, riega por abajo, poniendo la maceta en un cuenco con agua -no más de 15 minutos- y retira el agua sobrante que la planta no haya absorbido. Procura que entre riego y riego se seque en parte el sustrato. Es mejor regar con agua tibia. En verano, y hasta la floración, agradecerán riegos copiosos; al mismo tiempo se aplicarán abonos de bajo contenido en nitrógeno.

Humedad

Si el ambiente es seco o la iluminación insuficiente, las hojas se desprenderán con facilidad. La humedad es clave, por lo que lo ideal es mantenerla sobre un plato con guijarros y agua, sin que la maceta llegue a estar en contacto con esta. El rociado de las hojas puede producir infección por hongos y además mancha las brácteas, por lo que sólo se recurrirá a ella cuando la calefacción este alta.

Poda

Cuando la flor haya desaparecido y se produzca la caída de las hojas, se realizará una fuerte poda y se suspenderá el riego hasta la primavera.

Propagación

No es difícil obtener nuevos ejemplares si, a principios de primavera, introducimos esquejes en pequeñas macetas y las sometemos a una temperatura próxima a los 20ºC. Para detener la pérdida de látex que se produce al cortar, es recomendable sumergir en agua caliente la parte seccionada.