Cunninghamia lanceolata

ABETO CHINO

Es una conífera rara en los jardines. Se asemeja a las Secuoyas en la disposición de las hojas en las ramas. Procedente de China, recibe su nombre por sus hojas lanceoladas.

Desarrollo

Las ramas de este árbol forman una copa abierta y se curvan de manera distintiva en los extremos. 

Tamaño

Con el tiempo, puede alcanzar alturas de más de 40 metros, pero en jardines suele estabilizarse alrededor de los 15 metros.

Hojas

El Abeto chino se distingue por sus hojas, que son anchas en la base y puntiagudas en el extremo. Tienen un color verde azulado en el haz y dos bandas grisáceas en el envés. En otoño, el follaje adquiere un intenso tono rojizo.

CUIDADOS

Temperatura

Requiere ubicaciones protegidas y cálidas, ya que las heladas y el viento frío pueden desecar sus ramas e incluso afectar su supervivencia.

Agua

Evitar encharcamientos y exceso de agua, ya que no le favorecen.

Terreno

El Abeto chino no es exigente en cuanto al tipo de suelo, pero es fundamental que el drenaje sea óptimo en todo momento.

Poda

A diferencia de la mayoría de las coníferas, las Cunninghamias pueden rebrotar desde la base si se les realiza una poda, aunque el desarrollo posterior puede carecer de la elegancia natural de los ejemplares no sometidos a esta práctica.

CONSEJOS

Usos

Este árbol lucirá espléndido si se coloca de forma aislada en una zona de césped, convirtiéndose en un destacado punto de interés gracias a sus formas llamativas.

Variedades

La variedad C. l. Glauca se distingue de la Cunninghamia lanceolata por el tono azulado de sus acículas.