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Primula vulgaris
PRIMAVERA
Planta utilizada como anual para la decoración de macizos y jardineras de la temporada de invierno-primavera. A este género pertenecen también numerosas especies vivaces, casi desconocidas.
Tamaño
Planta perenne de hasta 30 cm de altura, con las hojas dentadas y pubescentes, de 5 a 15 cm de longitud dispuestas en roseta basal.
Floración
De su centro surgen en invierno, o a principios de la primavera, los vástagos portadores de flores, las cuales son de muy diversa forma en las especies vivaces, pero que en las de ciclo anual, tienen aspecto estrellado y se abren en cinco lóbulos patentes, cuyo centro se encuentra teñido de diferente color que el resto de la flor. Las tonalidades son muy numerosas, incluyendo variedades blancas, rosas, rojas, azules, amarillas y anaranjadas; como curiosidad comentar que sólo las dos últimas ofrecen una rica y dulce fragancia, muy agradable.
CUIDADOS
Luz
Prefieren lugares sombríos que mantengan la humedad del suelo, aunque se adaptan también a situaciones a pleno sol.
Propagación
A partir de semillas seleccionadas, puestas a germinar en semilleros a la intemperie, pero con protección de los rayos directos del sol. Puedes optar por realizar la siembra a principios de otoño, con lo que se obtendrán plantas floridas en el mes de marzo siguiente, o bien en primavera, consiguiendo entonces floraciones desde los meses de octubre o noviembre.
CONSEJOS
Usos
Las Primulas son apropiadas para vestir macizos y arriates en la época fría del año, pues logran un efecto de color muy intenso y variado. A menudo se cultivan en conjuntos multicolores capaces de alegrar los meses del año menos favorecidos en este sentido. Están también indicadas para la decoración de jardineras de balcón y terraza, en las que se aconseja contar con las variedades de flores amarillas y anaranjadas a fin de disfrutar de su exquisito aroma.