Ilex aquifolium
ACEBO COMÚN
Es un arbusto o árbol pequeño, perenne, de crecimiento lento, que llega a superar los 10 m de altura. Los ejemplares silvestres están protegidos por la ley tanto en su arranque como en la corta de ramas.
Hojas
Tiene hojas coriáceas y rígidas de color verde oscuro, con más o menos espinas.
Floración
Sus flores, insignificantes, dan pequeños frutos esféricos en invierno, pero sólo en las plantas hembra.
Fruto
El fruto es de color rojo vivo, tóxico y letal para el hombre. Madura en octubre y se mantiene mucho tiempo en el árbol.
CUIDADOS
Luz
Dada su procedencia boscosa, es mejor situarlos bajo otros árboles o en zonas donde reciban ciertas dosis de sombra. Esto no quiere decir, sin embargo, que no toleren exposiciones soleadas siempre que el suelo se mantenga húmedo.
Temperatura
Como regla general, prefieren zonas frescas o frías antes que otras más cálidas.
Agua
El terreno debe tener suficiente humedad todo el año, y que no esté expuesto a la acción de los rayos solares ya que estos dañan sus raíces. Precisa riegos abundantes en verano y moderados el resto del año.
Abonado
Necesita abono con un fertilizante rico en nitrógeno, así como un acolchado en invierno.
Terreno
Los acebos precisan un terreno rico en materia orgánica, de carácter ácido. Los aportes anuales de estiércol descompuesto, turba o mantillo, no deben faltarles en buenas dosis aplicadas a lo largo del otoño o la primavera.
Plantación
Sufre con los trasplantes.
Poda
Suelen estar formados por uno o unos pocos troncos poco o nada gruesos, de los que parten las ramas secundarias que cubren toda la extensión de los troncos. Esta estructura, excepto en individuos recortados en formas geométricas, debe respetarse para que la planta no pierda su porte natural. La poda por tanto no es una operación necesaria, pero es admitida por estos vegetales aun en su forma mas severa. En cierto tipo de jardines pueden verse ejemplares de acebos tallados en formas geométricas, lo que da buena idea de su resistencia a las tijeras.
Propagación
Por semillas en primavera o por esquejes semileñosos desde finales del verano hasta principios del invierno.
CONSEJOS
Usos
El enorme surtido de tipos, coloraciones y texturas foliares, así como las vistosas fructificaciones invernales, hacen de los acebos unos de los arbustos de mayor interés en jardines ceñidos a sus necesidades de cultivo. La presencia de un pequeño grupo de acebos en una zona del jardín boscosa y hasta umbría, es suficiente para crear un ambiente natural y silvestre. La conjugación de distintas variedades e híbridos resulta siempre exitosa y llena de atractivo. El cultivo de acebos en recipientes es perfectamente posible, pudiendo así disfrutar de ellos en patios, terrazas o balcones.
Acompañantes
Pueden combinarse con plantas propias del sotobosque, y en particular, con aquellas tipicas de terreno ácido, como rododendros y azaleas, pieris, kalmia o pernetias, complementadas con una buena representación de helechos.