Erica arborea
Brezo
Plantas de poco desarrollo dotadas de floraciones ricas en variadas tonalidades, con las que se realizan efectos jardineros de peculiar carácter. Son arbustos generalmente de pequeño tamaño, que crecen de modo espontáneo en muchas regiones españolas y se caracterizan por tener un ramaje apretado, que les da aspecto de mata, y por las pequeñas flores vistosamente coloreadas que cubren la planta durante un largo período de tiempo.
Tamaño
Erica arborea es el único brezo que crece por encima del metro y medio de altura.
Desarrollo
Los brezos crecen de manera compacta, colonizando el terreno a su alrededor con ramas a ras de suelo.
Hojas
Tienen diminutas y numerosas hojas perennes.
Floración
Las flores, generalmente blancas, aparecen en primavera.
CUIDADOS
Luz
Una exposición soleada garantiza generosas floraciones y buenas tonalidades de hoja.
Abonado
El nivel de acidez del suelo es muy importante para estas plantas; tanto es así que en lugares en los que el agua de riego sea dura -con mucha cal en suspensión-, se deberán hacer aportes anuales de turba, mantillo y/o estiércol en otoño, como compensación a una progresiva pérdida de dicha acidez.
Terreno
Los brezos demandan un terreno ácido o neutro -tan sólo algunas especies soportan un cierto grado de alcalinidad- y de consistencia suelta y porosa. Antes de realizar una plantación conviene comprobar el nivel de pH e intentar corregirlo en el caso de no ser adecuado. Con ese fin, al preparar el terreno, se incorporarán en buenas dosis turba, mantillo y/o estiércol semidescompuesto.
Poda
Si se desea un crecimiento compacto y regular, en forma semiesférica, han de podarse justo al final del período de floración de cada variedad. Se cortan las ramitas al menos por la mitad del tramo que ha estado en flor, y procurando conservar la forma antes mencionada.
CONSEJOS
Usos
La agrupación de distintos tipos o variedades de brezos, cubriendo zonas más o menos amplias, es el sistema más acertado de ajardinar con este tipo de arbustos, ya que imprimen un carácter exclusivo y muy peculiar a las áreas que cubren. Son excelentes para cubrir taludes y terraplenes, así como zonas de arbolado no muy denso que tengan carácter rústico o naturalizado.
Acompañantes
Tan solo se utilizan como plantas acompañantes algunas coníferas de lento crecimiento -caracterizadas por la variedad de textura y color de su follaje-, rododendros y azaleas, éstas últimas emparentadas con los brezos.
Variedades
De las especies silvestres, de los híbridos resultantes entre algunas de ellas y de formas provenientes de mutaciones espontáneas, se han obtenido un buen número de variedades para jardinería, atractivas no sólo por el color de sus flores sino también por las diversas tonalidades de sus hojas.