Aster de otoño
Aster amellus
División: AngiospermasClase: EudicotiledóneasOrden: AsteralesFamilia: Asteraceae
🌸 Aster amellus, conocido como áster de Italia, es una vivaz de tallos finos y flores estrelladas en tonos lilas o violetas con corazón amarillo. Destaca por su floración tardía, que ilumina los días de finales de verano. Su aspecto alegre y equilibrado aporta un toque fresco cuando otros colores ya empiezan a apagarse.
Originario del sur de Europa, el áster de Italia crece en praderas soleadas, laderas secas y suelos ligeros bien drenados. Tolera bien la sequía moderada y el calor suave. Se reproduce por semillas y por rizomas cortos que se expanden lentamente. En grupo crea manchas de flores lilas o rosadas que animan los finales del verano.

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☀️ Luz
Prefiere pleno sol para florecer abundantemente. En lugares con buena exposición produce flores más grandes y duraderas, mientras que en semisombra su floración disminuye. En climas muy cálidos puede agradecer algo de sombra ligera durante el mediodía.🌡️ Temperatura
Prefiere climas templados, con un rango óptimo de 15 °C a 25 °C. Tolera bien las heladas invernales y los veranos cálidos, siempre que tenga suficiente humedad en el suelo. En zonas de calor extremo, se beneficia de algo de sombra por la tarde.,💧 Riego
Necesita un riego regular durante la primavera y el verano para mantener el suelo fresco y húmedo, especialmente en plena floración. Sin embargo, debe evitarse el exceso de agua, ya que puede favorecer enfermedades fúngicas. En otoño, cuando termina su ciclo, se pueden espaciar los riegos sin dejar que el sustrato se reseque por completo.💨 Ambiente
Prospera en ambientes templados y bien ventilados, con humedad ambiental moderada. No necesita condiciones húmedas constantes y tolera veranos secos una vez establecida. Ideal para jardines soleados donde el aire circule libremente, lo que previene enfermedades en el follaje.🌱 Sustrato
Prefiere suelos fértiles, bien drenados y de textura franca o ligeramente arenosa. Se adapta a distintos niveles de pH, aunque prospera mejor en suelos neutros. Agradece la incorporación de compost o materia orgánica para favorecer una floración abundante. Evita los terrenos pesados o húmedos, que pueden provocar pudrición en la base de los tallos.🍂 Abonado
Durante la primavera, antes de que inicie la brotación, conviene aportar compost maduro o estiércol bien descompuesto alrededor de la base de la planta. Este abonado orgánico mejora la floración y la resistencia frente a enfermedades. En suelos pobres, puedes complementar con un té de humus de lombriz cada 3–4 semanas durante el verano. Evita los fertilizantes ricos en nitrógeno, que producen tallos débiles y menos flores.🪴 Cultivo
Plántalo en otoño, cuando el suelo aún guarda calor y la humedad ayuda al enraizamiento. Deja unos 30 o 40 cm entre matas, porque con el tiempo forman grupos amplios. Cada tres o cuatro años conviene dividirlas a comienzos de la primavera u otoño para mantenerlas vigorosas y con buena floración.✂️ Poda
Corta las flores marchitas durante la floración para prolongarla. Al final del otoño o invierno, recorta los tallos secos casi a ras del suelo. Si las matas envejecen o se vuelven demasiado densas, divídelas cada pocos años en primavera para rejuvenecerlas y mantener floraciones más vigorosas.🧪 Propagación
Puedes multiplicarlo fácilmente por división de matas en primavera u otoño, separando porciones con raíces bien formadas. También se propaga por semillas, sembradas en primavera sobre un sustrato húmedo y con buena luz. La división, sin embargo, permite obtener plantas idénticas y acelera el crecimiento.✨ ¿Algo más?
Retira las flores marchitas con regularidad para prolongar la floración. A finales del otoño, corta los tallos secos a ras del suelo y limpia el entorno de restos vegetales. Un acolchado ligero ayuda a proteger las raíces durante el invierno.
Ubicación
El aster de otoño es una planta vivaz muy apreciada por su abundante floración en tonos lilas, violetas o rosados, que alegra el jardín al final del verano. Se utiliza en borduras, macizos mixtos y jardines de estilo campestre, donde aporta color y ligereza. Sus flores atraen mariposas y abejas, favoreciendo la biodiversidad. Es una especie resistente y de fácil cultivo, ideal para combinar con gramíneas o vivaces otoñales.Acompañantes
Se asocia bien con vivaces otoñales y gramíneas ligeras, como Rudbeckia fulgida, Coreopsis lanceolata o Panicum virgatum, que realzan su floración tardía. En borduras mixtas combina con Phlox paniculata o Gaura lindheimeri, aportando continuidad cromática y movimiento.Conócelas también aquí: Rudbeckia fulgida, Coreopsis verticillata, Gaura lindheimeri.
🌼 Sus flores en realidad no son una sola flor, sino una inflorescencia compuesta de muchísimas florecitas diminutas —las del centro son tubulares y fértiles, y las del borde, esas que parecen pétalos, son estériles y solo sirven para atraer a los polinizadores. Además, su forma estrellada y su capacidad para orientarse hacia el sol le permiten optimizar la fotosíntesis y seguir generando energía incluso en los días más cortos del otoño. Una pequeña maravilla de ingeniería natural.
🐝 Es una auténtica bendición para abejas, mariposas y otros insectos que todavía buscan alimento cuando el verano ya termina. Sus flores tardías ofrecen néctar y polen en un momento en que escasean las fuentes, ayudando a sostener poblaciones enteras de polinizadores. Además, sus raíces profundas estabilizan el suelo y conviven con hongos micorrícicos, con los que intercambia nutrientes y mejora la fertilidad del terreno. Su presencia, aunque modesta, crea un pequeño refugio para la vida en el cierre de la estación.
🎨 Durante siglos, el Aster amellus ha simbolizado la paciencia y el amor duradero. En la antigua Grecia se creía que había brotado de las lágrimas de la diosa Astrea, cuando, al marcharse las estrellas del cielo, lloró por la pérdida de la pureza del mundo. En la época victoriana, regalar un ramo de asters era una forma delicada de expresar fidelidad o nostalgia. También ha sido inspiración para artistas y poetas, que veían en su flor tardía la belleza de lo que llega al final, cuando todo parece apagarse y aún queda algo por florecer.
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