Vanda

Vanda

Vanda spp.

División: Angiospermas
Clase: Monocotiledóneas
Orden: Asparagales
Familia: Orchidaceae

🌸 Vanda spp., conocidas como vandas, son orquídeas epífitas de raíces aéreas gruesas y flores grandes de colores intensos. Destacan por el dibujo reticulado de sus pétalos, muy distintivo y ornamental. Su porte audaz y su espectacular floración las convierten en piezas de colección admiradas en todo el mundo.

Originario de las regiones tropicales del sudeste asiático, este género de orquídeas prospera en ambientes cálidos y húmedos. Prefiere crecer en la sombra de los bosques tropicales, donde la luz es filtrada por otras plantas. Su desarrollo es epífito, lo que significa que crece sobre otras plantas sin ser parásita, asegurando su acceso a la luz y la humedad. Esta especie se reproduce a través de semillas diminutas que son dispersadas por el viento, favoreciendo su expansión en su hábitat natural. Además, juega un papel importante en el ecosistema al atraer polinizadores como abejas y mariposas, contribuyendo a la biodiversidad del entorno.
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📏 Tamaño
Son orquídeas epífitas de porte variable: algunas especies compactas apenas alcanzan 30 cm de altura, mientras que otras desarrollan tallos largos que superan 1 metro. Sus raíces aéreas, gruesas y abundantes, forman parte visible de la planta y pueden extenderse ampliamente en el espacio que ocupan.
🌿 Hojas
Las hojas son alargadas, coriáceas y de disposición alterna, creciendo de forma dística a lo largo del tallo central. Según la especie, pueden ser más planas y anchas o semicilíndricas y carnosas, adaptadas a captar la luz y resistir ambientes cálidos y luminosos.
🌸 Floración
Producen inflorescencias axilares en forma de racimos colgantes, con flores grandes, cerosas y muy duraderas. Sus colores son intensos y variados, desde el blanco y amarillo hasta el azul violáceo característico de algunas especies, lo que las convierte en unas de las orquídeas más espectaculares del mundo ornamental.
🍏 Fruto
Tras la polinización desarrolla cápsulas alargadas que contienen miles de semillas diminutas y polvorientas. Estas semillas carecen de reservas nutritivas y, en la naturaleza, dependen de la asociación con hongos micorrícicos para germinar y desarrollarse con éxito.
🕰️ Longevidad
Son orquídeas longevas que, con los cuidados adecuados, pueden vivir varias décadas. Su crecimiento es lento pero constante, y gracias a su capacidad de emitir raíces y hojas de forma continua, se mantienen activas y florecientes durante muchos años.
🧬 Especies
Dentro de Vanda spp. destacan numerosas especies y cultivares, como Vanda coerulea, apreciada por sus flores azul violáceas, o Vanda tricolor, con pétalos moteados muy característicos. A partir de estas y otras especies se han creado híbridos de gran tamaño y amplia gama cromática, muy buscados en jardinería ornamental y colecciones especializadas.
☀️ Luz
Requieren gran cantidad de luz para florecer abundantemente, prefiriendo una exposición muy luminosa con varias horas de sol suave al día. En interiores necesitan ubicarse junto a ventanas orientadas al este o sur, evitando únicamente el sol directo más intenso del mediodía para no quemar sus hojas.
🌡️ Temperatura
Son orquídeas de clima cálido que prosperan mejor entre 18 °C y 30 °C, con noches algo más frescas que favorecen la floración. No toleran temperaturas por debajo de 10 °C, por lo que en climas fríos deben cultivarse en invernadero o en interiores bien aclimatados.
💧 Riego
Necesitan riegos frecuentes, ya que sus raíces aéreas se secan rápidamente al estar expuestas. En climas cálidos conviene pulverizarlas o sumergir las raíces varias veces por semana, mientras que en invierno se reduce la frecuencia, manteniendo siempre una buena humedad ambiental sin encharcar.
💨 Ambiente
Requieren una humedad ambiental elevada, idealmente entre el 60 % y el 80 %, para mantener sanas sus raíces aéreas y estimular la floración. En interiores conviene usar humidificadores, bandejas con agua o pulverizaciones frecuentes, siempre acompañadas de buena ventilación para evitar hongos.
🌱 Sustrato
Suelen cultivarse sin sustrato, en cestas colgantes o macetas de rejilla que permiten a sus raíces quedar expuestas al aire. Cuando se utilizan contenedores, se emplean materiales muy drenantes como corteza gruesa o carbón vegetal, que facilitan la aireación y evitan el exceso de humedad.
🍂 Abonado
Son orquídeas de crecimiento constante que agradecen un abonado orgánico regular en dosis bajas. Se recomienda aplicar un abono orgánico líquido equilibrado, diluido en el agua de riego cada 1 o 2 semanas en época de crecimiento y floración, alternando con riegos solo de agua para evitar acumulación de sales.
🪴 Cultivo
Se desarrollan mejor en cestas de madera o macetas de rejilla que permitan a sus raíces quedar libres y aireadas. No necesitan trasplantes frecuentes, pero cada pocos años conviene renovar el soporte o limpiar las raíces, siempre en primavera o verano para favorecer una rápida recuperación.
💦 Hidroponía
Se adaptan muy bien a la semi-hidroponía o al método conocido como water culture. Sus raíces gruesas y aéreas necesitan permanecer en contacto con el agua solo de forma parcial, manteniendo siempre buena oxigenación. Puedes colocarlas en un recipiente transparente con un nivel bajo de agua, renovándola cada pocos días. Es fundamental aportar fertilizantes líquidos específicos para orquídeas o extracto de algas muy diluido, ya que dependen por completo de la solución nutritiva. En estas condiciones pueden florecer con regularidad, aunque requieren humedad ambiental alta para mantenerse saludables.
✂️ Poda
No requieren poda estructural, pero conviene retirar raíces secas, hojas dañadas y varas florales marchitas para mantener la planta sana y estimular nuevas floraciones. Este mantenimiento ligero ayuda a conservar su vigor y favorece un crecimiento más equilibrado.
🧪 Propagación
Se propagan principalmente por la separación de hijuelos o keikis que nacen en el tallo de la planta madre. Estos se dejan crecer hasta desarrollar raíces propias antes de independizarlos, asegurando así nuevas plantas vigorosas y genéticamente idénticas a la original.
✨ ¿Algo más?
Agradecen una limpieza periódica de sus hojas y raíces para evitar la acumulación de polvo o sales de riego. Puede hacerse con un paño húmedo o con agua limpia, asegurando siempre una buena ventilación después, lo que ayuda a prevenir plagas y mantener la planta en óptimas condiciones.
Vanda (Vanda spp.)
Foto de Kowshi L
Ubicación
Son muy apreciadas como plantas ornamentales de alto valor estético, especialmente en colecciones de orquídeas, invernaderos y espacios interiores luminosos.
Acompañantes
Se cultivan bien junto a otras orquídeas epífitas como Cattleya, Dendrobium o Phalaenopsis, que comparten necesidades similares de luz, ventilación y humedad. También pueden convivir con helechos y bromelias en invernaderos o jardines tropicales, creando ambientes exuberantes y equilibrados.

Conócelas también aquí: Cattleya spp., Dendrobium spp., Phalaenopsis spp., Adiantum capillus-veneris, Aechmea fasciata, Vriesea spp..

🧬 El género Vanda incluye más de 80 especies y muchísimos híbridos. Entre ellos, Vanda coerulea destaca como una de las pocas orquídeas que producen flores de color azul natural, un tono muy raro en el mundo vegetal.
🌱 Vanda puede vivir toda su vida sin tocar el suelo. En su hábitat natural —las selvas del sudeste asiático— puede crecer sobre ramas altas durante años, suspendida en el aire, con todas sus raíces colgando libremente. No necesita ni tierra, ni maceta, ni sustrato: solo aire, humedad y luz.
Hojas arrugadas o caídas
Suele deberse a falta de humedad o riego insuficiente. Las Vanda necesitan alta humedad ambiental (60–80 %) y riegos frecuentes, sobre todo si están montadas sin sustrato. Pulveriza las raíces diariamente o sumérgelas en agua durante unos minutos varias veces por semana.
Raíces secas o grises por mucho tiempo
Signo de deshidratación. Las raíces deben volverse verdes al mojarse. Si permanecen grises o quebradizas, es señal de que necesitan más agua o un ambiente más húmedo. Aumenta la frecuencia del riego y mejora la humedad ambiental.
Raíces blandas o marrones
Pudrición por exceso de agua o falta de ventilación. Asegúrate de que las raíces se sequen entre riegos. Si están en cesta o montadas, mejora la circulación del aire y reduce la frecuencia del riego si hay poca luz o temperatura baja.
No florece
Puede deberse a falta de luz o a condiciones poco estables. Vanda necesita mucha luz (sin sol directo fuerte) para florecer, así como buena humedad y temperaturas cálidas. Si ya es adulta y no florece, intenta cambiarla a una zona más luminosa.
Manchas negras en hojas
Pueden ser quemaduras solares o infecciones por hongos. Evita el sol directo, sobre todo en las horas centrales del día, y no mojes las hojas en exceso. Si aparecen manchas, corta las zonas afectadas y aplica fungicida si es necesario.
Hojas con puntas marrones
Podría deberse a acumulación de sales o agua con mucha cal. Riega con agua de lluvia, destilada o filtrada para evitar daños por minerales.
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