Madroño
Arbutus unedo
División: AngiospermasClase: EudicotiledóneasOrden: EricalesFamilia: Ericaceae
🍓 Arbutus unedo, conocido como madroño, es un arbusto o arbolito de hojas brillantes y frutos redondos que maduran en rojo intenso. Destaca por su curiosa doble floración y fructificación simultáneas, con flores y frutos presentes al mismo tiempo. Su mezcla de colores y texturas aporta un encanto rústico y muy mediterráneo.
Originario de la región mediterránea, el madroño habita en matorrales, laderas soleadas y suelos silíceos o calizos con buen drenaje. Tolera muy bien la sequía estival. Se reproduce por semillas y por brotes que nacen desde la base. En grupo crea matorrales densos y verdes que se llenan de flores blancas y frutos rojos en otoño.

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☀️ Luz
Se adapta bien tanto a sol directo como a semisombra, aunque en plena luz florece y fructifica con mayor abundancia. Es perfecto para jardines mediterráneos soleados.🌡️ Temperatura
Muy adaptable, prospera en climas templados y mediterráneos. Tolera heladas ligeras (hasta –10 °C aproximadamente), aunque los inviernos demasiado fríos pueden afectar a su floración y fructificación.💧 Riego
Es bastante resistente a la sequía una vez establecido, aunque florece y fructifica mejor con riego ocasional en verano. El exceso de agua no le sienta bien, por lo que conviene dejar secar la capa superficial del suelo entre riegos.💨 Ambiente
Se adapta muy bien a climas mediterráneos, con veranos secos e inviernos húmedos. No requiere humedad ambiental elevada, y resiste ambientes costeros y vientos moderados.🌱 Sustrato
Es muy adaptable, pero crece mejor en suelos ligeramente ácidos, fértiles y con buen drenaje. Tolera suelos pobres y secos, pero no los encharcamientos prolongados.🍂 Abonado
Agradece un abonado ligero en primavera, con compost, humus de lombriz o estiércol bien descompuesto, que favorece la floración y la fructificación. Evita los excesos de nitrógeno, ya que producen mucho follaje y pocos frutos.🪴 Cultivo
El trasplante se hace preferiblemente en otoño, para aprovechar la humedad y el reposo aéreo. En maceta, usa recipientes grandes, ya que desarrolla un sistema radicular leñoso. En el jardín se emplea tanto de ejemplar aislado como en setos arbolados.✂️ Poda
Requiere poca poda. Se limita a eliminar ramas muertas, cruzadas o débiles en invierno. Puede despuntarse ligeramente para darle forma, pero conviene evitar podas intensas que afecten a su floración y fructificación.🧪 Propagación
Se reproduce por semillas, aunque germinan lentamente y con baja tasa de éxito. También puede multiplicarse por esquejes semileñosos en verano o mediante injerto sobre otros madroños.✨ ¿Algo más?
El madroño se beneficia de una limpieza ligera: quitar hojas secas o frutos sobremaduros que caen al suelo, para evitar plagas y mantener la planta saludable.
Ubicación
El madroño es un arbusto o pequeño árbol muy apreciado en jardinería mediterránea por su atractivo follaje perenne, sus flores blancas otoñales y sus frutos rojos decorativos. Se utiliza como ejemplar aislado, en setos libres o en macizos mixtos, donde aporta color y textura durante todo el año. Su resistencia a la sequía y su porte compacto lo hacen ideal para jardines sostenibles o de bajo mantenimiento. Además, atrae abejas y aves, enriqueciendo la biodiversidad del entorno.Acompañantes
Combina bien con otras especies mediterráneas como Quercus ilex, Phillyrea, Rosmarinus o Laurus nobilis. Su follaje perenne y frutos rojos aportan contraste dentro de setos mixtos.Conócelas también aquí: Salvia rosmarinus, Laurus nobilis.
Usos y recolección
El madroño es conocido por sus frutos rojizos, de sabor suave y ligeramente ácido, que se utilizan para elaborar mermeladas, licores y dulces tradicionales, además de tener propiedades diuréticas y antioxidantes. Se recolectan en otoño, cuando alcanzan su color rojo intenso y se desprenden fácilmente del árbol. Pueden conservarse unos días en refrigeración o transformarse en confituras y aguardientes caseros, donde mantienen su aroma silvestre característico.🌿 El Arbutus unedo, conocido como madroño, es un arbolito encantador de hojas perennes y frutos que parecen pequeñas fresas. Lo curioso es que puede tener al mismo tiempo flores y frutos maduros en sus ramas, algo poco común en las plantas leñosas. Sus flores blancas en forma de campanilla atraen a las abejas, mientras los frutos tardan casi un año en madurar, tiñendo el árbol de tonos rojos y dorados justo cuando otras plantas pierden el color. Además, su corteza se desprende en finas láminas, revelando tonos cobrizos preciosos que le dan un aire siempre renovado.
🐝 Este árbol mantiene una relación encantadora con su entorno: sus flores son una fuente importante de néctar otoñal para las abejas, que elaboran con él una miel intensa y algo amarga muy apreciada por su aroma silvestre. Los pájaros, especialmente los zorzales y mirlos, se deleitan con sus frutos y ayudan a dispersar sus semillas, asegurando así nuevas generaciones de madroños. En los bosques mediterráneos, además, su presencia ayuda a conservar la humedad del suelo y proteger otras especies más delicadas.
🏺 En la historia, el Arbutus unedo ha sido símbolo de equilibrio y moderación desde la antigüedad. Su nombre “unedo” viene del latín unum edo, que significa “como uno solo”, porque los antiguos decían que no convenía comer más de un fruto debido a su ligera fermentación natural. Los romanos lo consideraban un árbol sagrado, asociado a los ritos funerarios y a la paz, y su imagen aparece incluso en el escudo de Madrid junto al oso, recordando su abundancia en los montes antiguos que rodeaban la ciudad.
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