📏 Tamaño
Este perenne tropical alcanza entre 40 y 70 centímetros de altura, con hojas brillantes y flores cerosas muy decorativas. Su crecimiento es lento y forma una planta adulta en uno o dos años. En maceta mantiene exactamente el mismo porte.
🌱 Tallo
El tallo es corto y grueso, formando una estructura compacta desde la que brotan hojas grandes, brillantes y en forma de corazón. La vara floral emerge firme y erguida para sostener la espata coloreada.
🫚 Raíces
Las raíces son carnosas y aéreas en parte, cubiertas de velamen y adaptadas a sustratos muy aireados. Su función es absorber humedad del ambiente y anclarse en materiales sueltos como corteza o fibra.
🌿 Hojas
Las hojas son grandes, coriáceas y acorazonadas, con una superficie brillante y nervaduras marcadas. Su color es verde intenso y uniforme, creando un contraste con las inflorescencias. Su textura gruesa les permite resistir la humedad elevada sin deteriorarse.
🌸 Floración
Florece durante todo el año en condiciones adecuadas, produciendo espatas brillantes que parecen flores. La “flor” está formada por una espata de color rojo, rosa o blanco y una espádice cilíndrica donde se encuentran las flores verdaderas, diminutas y apretadas. Su estructura facilita la polinización por insectos pequeños atraídos por el olor suave de la espádice.
🍏 Fruto
Tras la floración, el espádice desarrolla bayas pequeñas y carnosas que maduran lentamente. Son de color rojo o anaranjado y contienen una o dos semillas cada una. La pulpa atrae a aves curiosas, que dispersan las semillas en sus hábitats húmedos.
🕰️ Longevidad
En interior puede vivir entre 5 y 10 años, aunque con humedad alta y luz suave puede superar esa cifra. Si se renueva el sustrato cada pocos años, mantiene hojas y flores en perfecto estado durante mucho tiempo.
🧬 Variedades
La Anthurium andraeanum posee una enorme diversidad de cultivares ornamentales seleccionados por la forma y el color del espata. Entre los más populares están ‘Red Champion’, de rojo brillante; ‘Livium Pink’, rosado y elegante; y ‘White Heart’, blanco puro. También existen variedades verdes y bicolores, como ‘Peppermint’ o ‘Midori’, muy apreciadas en floristería.
☠️ Precaución
Toda la planta contiene cristales de oxalato cálcico que irritan la piel y las mucosas. El contacto directo puede causar ardor o hinchazón, y su ingestión provoca dolor oral y vómitos en mascotas. Debe manipularse con guantes y mantenerse lejos de animales domésticos.
☀️ Luz
Al anturio le gusta la claridad, pero no el sol directo. Piensa en cómo crece en la selva: bajo los árboles, recibiendo una luz suave que se filtra entre las hojas. En casa lo mejor es colocarlo en un sitio luminoso, cerca de una ventana con cortina ligera o en semisombra. Si le falta luz, florecerá poco; y si le sobra, sus hojas pueden quemarse. La clave es encontrar ese punto medio de luz brillante pero tamizada.
🌡️ Temperatura
Al anturio le gusta el calorcito, nada de fríos extremos. Se siente a gusto entre 18 °C y 25 °C, tal como en su ambiente tropical de origen. Si baja de 15 °C empieza a resentirse, y por debajo de 10 °C puede sufrir bastante. Tampoco lleva bien las corrientes de aire frío, así que lo ideal es tenerlo en un lugar estable, con clima templado y sin cambios bruscos.
💧 Riego
Le gusta la tierra siempre un poco húmeda, pero no encharcada. Lo ideal es regarlo cuando la capa superior del sustrato empiece a secarse, usando poca agua pero de forma regular. En verano necesitará más atención, mientras que en invierno conviene espaciar los riegos. Y muy importante: vacía siempre el agua sobrante del plato o macetero, porque no tolera tener las raíces encharcadas.
💨 Ambiente
Le encanta el aire húmedo. Si el ambiente es demasiado seco, sus hojas pueden ponerse marrones en las puntas o perder brillo. Lo ideal es mantenerlo en un lugar con buena humedad ambiental: puedes ponerle un platito con guijarros y agua debajo de la maceta (sin que toque las raíces), agruparlo con otras plantas o darle una ligera pulverizada de agua de vez en cuando. Así se sentirá en casa y te lo agradecerá con hojas sanas y flores duraderas.
🌱 Sustrato
No le gusta la tierra pesada ni apelmazada. Lo suyo es un sustrato suelto, rico en materia orgánica y con muy buen drenaje, parecido al que encontraría en la selva entre hojas y cortezas. Una mezcla ideal puede ser tierra para plantas verdes combinada con corteza de pino, fibra de coco o perlita, para que el agua escurra bien y las raíces puedan respirar. Si quieres simplificar, un sustrato para orquídeas mezclado con un poco de turba o compost le va de maravilla.
🍂 Abonado
Es agradecido cuando le das un empujón de nutrientes, y lo mejor es hacerlo siempre con abonos orgánicos. En primavera y verano, que son sus épocas de mayor crecimiento y floración, puedes añadir un poco de compost maduro, humus de lombriz o extractos líquidos de algas cada 3–4 semanas. Esto enriquece la tierra de forma natural, mejora la estructura del sustrato y mantiene a la planta fuerte y con flores más duraderas. En otoño e invierno basta con dejarlo descansar, sin aportar abono extra.
🪴 Cultivo
Prefiere estar en una maceta más bien justa, porque florece mejor cuando sus raíces se sienten un poco “cómodamente apretadas”. No necesita trasplantes frecuentes: con cambiarlo cada 2 o 3 años es suficiente, idealmente en primavera. Al hacerlo, elige una maceta con buen drenaje y un sustrato ligero y rico en materia orgánica. Si ves que sus raíces asoman por los agujeros o que la planta pierde vigor, es señal de que ya pide un cambio.
💦 Hidroponía
Se adapta bien al cultivo en agua gracias a sus raíces aéreas y su capacidad de absorber nutrientes en medios muy aireados. Para mantenerlo en hidroponía decorativa, coloca las raíces en un recipiente de cristal con agua, procurando que el cuello de la planta no quede sumergido. Cambia el agua cada 1–2 semanas y aporta nutrientes líquidos específicos para hidroponía o abonos orgánicos muy diluidos, como extracto de algas o humus de lombriz líquido, ya que el agua sola no aporta los minerales que necesita. En estas condiciones conserva su follaje vistoso y puede florecer, aunque normalmente produce menos flores que en sustrato.
✂️ Poda
No necesita grandes podas, solo algún retoque para mantenerlo sano y bonito. Lo ideal es ir quitando las hojas amarillas o secas y las flores que ya se marchitaron, cortando lo más cerca posible de la base con unas tijeras limpias. Así la planta no pierde energía en partes viejas y puede concentrarse en sacar hojas y flores nuevas. Piensa en la poda más como “limpieza” que como un recorte estético: menos es más.
🧪 Propagación
Multiplicar un anturio es más fácil de lo que parece, aunque requiere un poco de paciencia. Lo más habitual es dividir la planta cuando toca trasplantar: separas los hijuelos que brotan en la base y los colocas en su propia maceta con un sustrato ligero y húmedo. También se puede propagar por esquejes de tallo con raíz aérea, aunque es menos común. En la naturaleza se reproduce por semillas, pero en casa es un proceso lento y poco práctico. Si eliges la división, tendrás nuevas plantas listas para crecer casi de inmediato.
✨ ¿Algo más?
Sus hojas grandes y brillantes tienden a acumular polvo, lo que reduce su capacidad de respirar y resta atractivo ornamental. Límpialas suavemente con un paño húmedo o una esponja blanda, sujetando la hoja por debajo para no dañarla. Evita productos abrillantadores, ya que pueden obstruir los poros. Retira también las hojas amarillas o marchitas para favorecer la aparición de nuevo follaje y prevenir plagas.
Ubicación
El anturio es una de las plantas tropicales más populares en jardinería de interior gracias a sus brácteas brillantes de color rojo, rosa o blanco y su follaje lustroso. Se utiliza para aportar un toque exótico y elegante en espacios luminosos, donde su floración prolongada destaca todo el año. En jardines cálidos y húmedos puede cultivarse al aire libre, siempre en sombra parcial. Es ideal para interiores modernos y combinaciones con otras plantas de hoja grande.
Acompañantes
El anturio queda precioso por sí solo, pero combinado con otras especies tropicales luce aún más. Le encantan los vecinos que disfrutan de ambientes cálidos y húmedos como él: helechos, calatheas, marantas o fittonias aportan texturas y dibujos en las hojas que contrastan con las suyas. También va de maravilla con orquídeas y bromelias, que comparten las mismas condiciones de luz y humedad. Juntas crean un rincón selvático, fresco y lleno de color, perfecto para interiores luminosos o jardines protegidos.
Conócelas también aquí: Adiantum capillus-veneris, Goeppertia orbifolia, Maranta leuconeura, Cattleya spp., Dendrobium spp., Phalaenopsis spp., Oncidium spp., Cymbidium spp., Encyclia cochleata, Epidendrum radicans, Coelogyne cristata, Ludisia discolor, Miltoniopsis spp., Paphiopedilum spp., Vanda spp., Zygopetalum spp., Aechmea fasciata, Vriesea spp..
Foto de Katka Pavlickova en Unsplash
🌺 Tiene una historia tan vistosa como sus brácteas brillantes. Fue descubierta en Colombia en el siglo XIX por Édouard André —de ahí su nombre científico—, un botánico francés que la introdujo en Europa, donde causó sensación por su apariencia exótica. Desde entonces, se ha convertido en un ícono de la jardinería tropical, símbolo de hospitalidad y amor apasionado en el lenguaje de las flores. En Hawái, incluso es considerada una planta de buena fortuna y prosperidad, frecuentemente usada en arreglos florales ceremoniales.
🌿 Aunque muchos la confunden con una flor de pétalos carnosos, lo que realmente vemos en el anturio es una bráctea, una hoja modificada y coloreada que protege el verdadero órgano floral: el espádice. Este cilindro, de tono amarillo o crema, está cubierto de diminutas flores que se abren de forma gradual, garantizando semanas de color y atractivo. Es una adaptación muy eficiente para atraer polinizadores tropicales como abejas, escarabajos e incluso ciertos colibríes. En la naturaleza, esta estructura brillante actúa como un faro en la penumbra húmeda del sotobosque, reflejando la luz difusa que se filtra entre los árboles.
💧 Una curiosidad menos conocida es que la Anthurium andraeanum puede cultivarse no solo en tierra, sino también en agua. Gracias a sus raíces aéreas, es capaz de absorber oxígeno y nutrientes en medios muy aireados, lo que permite mantenerla en arreglos hidropónicos decorativos durante años. En estas condiciones, la planta mantiene su follaje lustroso y elegante, aunque suele producir menos flores. Su adaptabilidad refleja su origen selvático: en su hábitat natural crece tanto sobre los troncos cubiertos de musgo como en el suelo húmedo, adaptándose con la misma gracia con la que decora hoy hogares y jardines en todo el mundo.
Hojas amarillas o con manchas marrones
Suele deberse a exceso de riego o a agua con demasiada cal. Usa agua sin cal (filtrada o reposada) y deja que el sustrato se seque ligeramente entre riegos. Asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje y nunca dejes agua estancada en el plato.
Puntas secas o bordes marrones
Signo claro de humedad ambiental baja. El anturio necesita ambientes húmedos para lucir bien. Pulveriza con agua sin cal, usa humidificador o coloca la maceta sobre un plato con guijarros y agua (sin que toque la base).
Hojas con manchas amarillas y bordes quemados
Puede deberse a exposición directa al sol. Anthurium andraeanum prefiere luz indirecta brillante. Evita el sol directo, que puede quemar el follaje.
Flores verdes o poco vistosas
Si las “flores” (en realidad, brácteas) pierden color o salen verdes, puede ser por falta de luz o exceso de nitrógeno. Coloca en un lugar más luminoso y usa fertilizante específico para orquídeas o plantas de flor, bajo en nitrógeno y rico en fósforo.
Planta sin floración durante mucho tiempo
Necesita buena luz para florecer (pero nunca sol directo). También puede necesitar un pequeño descanso en invierno con menos riego y sin fertilizante para luego estimular una nueva floración en primavera.
Hojas blandas o caídas
Puede ser por raíces encharcadas o daño por frío. Revisa el sustrato y las raíces, elimina las partes dañadas, y mantén la planta en un lugar cálido (mínimo 15 °C).